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Caída del Cabello

Puede que sea un tema que preocupe en cualquier época del año, pero la realidad es que cuando más se habla de la caída del cabello es ahora, en otoño es más común y, por tanto, es cuando más conscientes somos de ella. De media perdemos entre 100 y 150 cabellos al día. En otoño este número se incrementa.

La caída del cabello es una fase más dentro del proceso de crecimiento del pelo, siendo normal que se caiga cabello todos los días, como parte de este ciclo. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar una caída excesiva o en una cantidad mayor de lo normal que puede afectar a hombres, mujeres y niños.

Existen múltiples causas que pueden provocar una caída de pelo en una cantidad superior a lo normal, entre las que podemos encontrar:
 llevar una dieta carente de nutrientes esenciales,
 problemas hormonales,
 infecciones,
 estrés,
 anemia,
 uso de productos muy agresivos para el cabello como tintes o planchas,
 el consumo de ciertos medicamentos como anticonceptivos orales o anticoagulantes.

También después de haber padecido una enfermedad o haber sufrido una operación de cirugía mayor puede aparecer una pérdida de cabello mayor de lo habitual.

El pelo tiene un ciclo de vida repartido en tres fases:
– Fase de crecimiento o anágena; durante entre dos y siete años, el pelo nace y crece pegado a la papila. En esta fase, el folículo está sano y sus células tienen una actividad permanente. La longitud del cabello viene determinada por esta fase, cuanto más dure esta etapa, más largos serán los cabellos.
– Fase catágena o de transición que dura unas 3 semanas. En esta etapa el pelo deja de crecer y se separa de la papila. La actividad de las células del folículo se detiene provocando una parada del crecimiento, y la caída posterior, en la que el folículo cambia de forma.
– Fase de reposo o telógena de 4 a 6 meses En esta etapa, el folículo descansa y el pelo comienza a caerse, durante todo el proceso la raíz del pelo permanece en el folículo. Cuando termina esta etapa, el ciclo capilar comienza de nuevo con la fase de crecimiento.

Factores como la anemia, o un sangrado menstrual muy fuerte, favorecen la caída de pelo. También pueden acrecentar la caída de cabello las dietas.

Hay diferentes tipos de caída de pelo se registran hasta 200 alopecias, que a su vez se dividen en dos bloques: una caída de pelo que no se repone y la otra mitad tiene lugar cuando el pelo se repone, que es la que ocurre normalmente en las mujeres.

No todos los suplementos vitamínicos son iguales y siempre deben estar recomendados por el farmacéutico especialista, y por el dermatólogo o médico de cabecera, en función de la caída.

Además, recomendamos acudir al médico de cabecera, si se cree que la caída es alarmante, y realizarse un análisis de sangre, de cara a verificar que todo está en regla y que esta pérdida no es debida a la falta de hierro, de vitamina D, o por problemas tiroideos, por ejemplo. Si la analítica está bien, en el 90% de casos se soluciona bien, y la caída de pelo tiene lugar por el estrés.

Normalmente se recomiendan suplementos nutricionales (aminoácidos sulfurados: taurina, cistina) que ayudan a acortar este período de caída del cabello. Las lociones anticaída también pueden ser eficaces. Hoy existen tratamientos que pueden inhibir la caída del cabellos. De manera tópica recomendamos lociones que contienen minoxidil (2-5%). También se usa finasteride, un tratamiento oral que a menudo es eficaz. Estos son tratamientos a largo plazo y con receta médica. El paciente no debe interrumpir el tratamiento, de lo contrario continuará la pérdida de cabello.

El minoxidil tiene efecto sobre el crecimiento del cabello ya que dilata los vasos sanguíneos que rodean el folículo del pelo de tal manera que potencian su oxigenación y fortaleza.

El finasteride es un inhibidor competitivo de la enzima 5-alfa-reductasa de tipo II que transforma la testosterona en dihidrotestosterona, su molécula activa. Su uso a dosis de 1 mg/día se recomienda para tratar la alopecia androgénica (AGA).

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